POEMAS EN FORMA DE PAJAROS

 

 

I

 

Las palomas recitan ecuaciones

En su vuelo,

Los árabes lo saben

Y deshojan la rosa blanca de su cabeza.

 

 

II

 

Un pequeño pájaro

Bebe de la luz

Que chorrea la ventana.

 

La mochedumbre se espanta

Cuando asoman la palabras…

 

Un grupo come las migajas de la tarde.

 

 

III

 

Vienen a comer de la tarde,

De los arboles cuelgan frutos de cobre…

 

El gato de la noche se estira al universo,

La luna es una moneda que los dos compartimos.

 

 

IV

 

Las criaturas acuden a beber

Al filo de  la tarde.

Hurgan en el plumaje de los hombres congregados en la plaza.

Bandadas escapan persiguiendo el silencio.

 

 

 

 

 

 

 

 

                                        ORIGAMI

 

 

En tus manos                                                          Un corazón

        Anidan                                                     Palabras

                Pájaros                                    Magia

                          De poesía         Un vuelo

 

 

 

 

 

 

 

 

NOCHE DEL CAZADOR

 

 

Los venados bajan

A beber del llanto de las piedras

Y en el silencio no sé si confundirte con mi sombra.

La luna charla con el fuego verde,

La luz danza en círculo de frío.

 

Las aves son un poco de oscuridad,

Un ritual que asciende a la tormenta

En la que el cazador derrama sus  lanzas.

Vienes a la hoguera de mi trampa

Y mi corazón inclinado al sacrificio

Busca tu huella a la orilla del río.

 

Las aves son un poco de oscuridad…

 

 

 

 

 

 

 

                                               

SEXTO SENTIDO

 

 

Una tormenta tiembla sobre sus dedos,

El bosque se ha tornado un laberinto,

Un especio interminable de hombres de pie.

Alzo la vista

Y sobres sus hombros crecen los sueños

Como estambres de gris.

Las golondrinas tejen su tacto de escarcha

Sobre las ramas de su piel.

 

Ella dijo: lloverá mañana

Pero advierto el aguacero  de su sed

Como un rayo estático.

Será su mañana el ahora que persiste

Como un claro en el bosque de esos hombres de pie.

                                          

 

 

 

 

 

 

 

VISITA DE LA TRISTEZA

 

 

Desde mi cueva de luz

Veo pasar el invierno,

En lo alto,

La luna

Como el ojo de u pez me vigila,

Un pez inmensamente oscuro

Como el espacio de mis manos

Cuando tocan la puerta de tu aroma.

 

Algo simula en la niebla un puerto

O quizá una manada de hombres

Que caen junto al rayo.

Junto a mis piedras

El sol viene a deshilar los parpados,

La ventana casi es un pozo

Donde revolotean tus manos como gorriones,

Al otro lado un patio, una semilla

Que espera el beso del frio,

Un niño parado frente a la lluvia

Extiende sus brazos que son ríos

En los que viaja algún poema como barco de papel.

                                                          

 

 

 

 

 

 

 

REVELACIONES

 

 

I

 

Hoy no cabes bajo mi sombra,

Tu cuerpo se ha vuelto un día

Habitado por pájaros y frutas

Una región de luz

Donde polillas de nieve depositan sus huesos…

Hay tanta quietud que casi palpo el aroma de tu incienso.

 

 

II

 

Hay algo en estos arboles

Arboles que parecen barcos

Encallados en la niebla

Una luz dibuja su pirámide en el frio

Desde ahí emerges

Como el rubor de un pez

Que asoma a beber del aire,

Mi mano tiembla,

Mi dedo palpa lo obsceno

 frente al cadáver de una rosa,

Es casi invierno

La gente se recoge

Para alzar las manos  y convocar la lluvia;

En la oscuridad mi tacto reposa:

Es una semilla.

 

 

III

 

Me extravié una mañana

En tu bosque de sueño

— oscuro Y  divino papel japonés-

En la plaza tu mano

Es un árbol jubiloso

Donde hombres y pájaros

Comen racimos de claridad,

Los dioses juegan con escarabajos verdes,

Los peces se deshojan en un soplo de  obsidiana.

                                          

 

 

 

 

 

 

 

4:00 a.m.

 

 

Mis párpados persisten

En beber los últimos tragos de la madrugada,

El insomnio oculto en los esqueletos del  sueño;

En el final de la noche

Cuando los suicidas no abandonan la  isla del aire

Y el rocío es una plaza abierta

En las manos de un niño.

 

Bajo las sabanas buceo hasta encontrarme,

Hasta palidecer sobre la roca de la espera

Aguardando el universo del pez,

El dorso de tu sombra.

 

 

 

 

 

 

 

 

TORTUGUERO

 

 

Tortuguero es una mancha sobre la arena,

Los cangrejos congregados sobre la orilla

Buscan la última huella de William Walker.

 

La espantosa seriedad del atlántico

Espanto las gaviotas de proa,

El tamborileo de las negras

Nos invito a derramarlos sobre la arena.

 

 

 

 

 

 

 

 

MODESTIA

 

Planto soles cada mañana,

Soles apretados como un puño,

Son un pequeño latido de luz

Con el que alumbro mis palabras.

 

 

 

 

 

 

 

 

AMARILLO

 

 

Amanecí con girasoles

Plantados en mi cama.

 

Bandadas de flores huyendo por la ventana,

Posándose en la luz

Anidando en las ramas del día.

 Mientras el  verso es un árbol que crece en la niebla,

Mis zapatos  se tornan  aceitunas luminosas

 Que  alumbran mis pasos.

 

Amaneció mi habitación

Anegada en aroma,

El jardín está adentro,

El sol encaja sobre mi  almohada

Sus raíces amarillas,

Hoy hay pájaros hasta en el sueño.

 

 

 

 

 

 

 

 

WALT  WITHMAN

 

 

Withman viejo jorobado

Recojo frutas de poesía

De tu barba de chivo,

Pastes que remueven las dicciones

Que me surgen al hablar con Dios,

Viejo verde con un trébol de mil hojas

No soporto el hedor de las mariposas trasatlánticas

Que viene a verte

Cortando peras bajo un árbol de cobre.

 

 

 

 

 

[imagens ©zaiav]

      

 
 
 
 
 
 
 

Ronald Rivas (El Rosario Comasagua/El Salvador, 1986) é escritor e poeta. Foi publicado em revistas internacionais e periódicos de seu país.